La impunidad de los Fox

Más sobre el ranchogate:

René Delgado aclara en Reforma:
La impunidad y cinismo de los Fox no radica en la ostentación y el insulto supuestos en el afán de exhibir públicamente su riqueza bien o mal habida. No, su impunidad y cinismo radican en la pretensión de ignorar el desastre político y social que dejaron por herencia. Muchos de los problemas de hoy tienen origen precisamente en la perversión política de esa pareja. La pareja de comediantes que dividió a México, simbolizan ese tipo de políticos cuyo signo no deriva de su capacidad para construir, sino para destruir los puentes de entendimiento. Pueden, si quieren los Fox, seguir tomándose fotos en su rancho, paseándose, abrazándose y besándose a la orilla de su lago. Pueden, incluso, encabezar a los democristianos del universo y presentarse como los demócratas que no son. El problema con los Fox no está en lo que hicieron en el rancho, sino en que lo deshicieron en el país: fracturaron la unidad y debilitaron las instituciones.

Granados Chapa cuestiona el patrimonio foxista:
Aun si sólo se atiende la información oficial es notorio el salto que dio el patrimonio de Fox. En su declaración patrimonial de 2001 incluyó bienes inmuebles por valor de 2 millones 300 mil pesos, muebles por 3 millones 156 mil pesos e inversiones por un millón 463 mil pesos. En la de 2006 los inmuebles habían crecido a 5 millones 843 mil pesos, los muebles a 10 millones 500 mil pesos y las inversiones a 5 millones 50 mil pesos. Se dirá que el aumento resulta explicable por los ingresos de un Presidente, al que se le otorga también la totalidad de sus gastos. Pero resulta menos explicable la fortuna de su señora esposa, de que dio cuenta en mayo del año pasado. Ella es propietaria de tres terrenos, una casa y una huerta, joyas que valen 827 mil pesos e inversiones por 2 millones 860 mil pesos. Antes de ingresar en el servicio público la señora Sahagún manejaba una farmacia veterinaria en Celaya, y salvo el primer semestre de 2001, durante el cual fue vocera presidencial, no contaba con ingresos porque la posición de primera dama no es remunerada.