Thursday, February 05, 2009

sociedad, democracia y diferencia


Durante mucho tiempo, los homosexuales, las lesbianas, los transgénicos y los bisexuales hubieron de vivir y morir ocultando su diferencia, soportando en silencio persecuciones, desprecio, humillaciones, extorsiones, chantajes, insultos, golpes y asesinatos. Víctimas en todos los niveles sociales, objetos de chismes, chistes y muertes, los diferentes en su preferencia sexual callaron una de las injusticias más antiguas en la historia.
¿De qué tienen que avergonzarse lesbianas, homosexuales, transgénicos y bisexuales? ¡Que se avergüencen quienes roban y matan impunemente! ¡Que se avergüencen quienes persiguen al diferente!
Es conveniente bosquejar aquí una tesis de Habermas: el prerrequisito social de la democracia es la existencia de individuos que trascienden el interés de grupo y son capaces, debido al libre acceso a la información y gracias a su autonomía frente al gobierno, de participar en las decisiones del bien común. Por lo mismo, una sociedad democrática propicia la diferencia, no simplemente la tolera. Una minoría articulada, opuesta a los puntos de vista consensados, no sólo ayuda a evaluar el estado de los derechos humanos en cualquier comunidad, sino también determina las posibilidades de cambio de una sociedad.

medios de comunicación


Las relaciones del estado con los medios de comunicación son un asunto delicado en el mundo entero. El espacio por el que viajan las ondas electromagnéticas es propiedad de la nación. Alrededor del permiso y las condiciones bajo las cuales se puede explotar este espacio hay una serie de intereses que van desde el dinero hasta la capacidad de manipulación política, pasando por la influencia en las percepciones y actitudes de la gente. En suma, es el poder lo que esta en juego. Llegar a un marco jurídico que armonice y ponga limites a esta maraña de intereses exige, como punto de partida, una negociación amplia en la que se ponga todo sobre la mesa.