Saturday, August 21, 2010

Panal de avispas



Uno debe tener cuidado al tratar de acabar con un panal de avispas y saber hacerlo. De otro modo se revierte y el exterminador puede resultar dañado.

Calderón movió el avispero sin medir las consecuencias y sin haber creado mecanismos de defensa para quienes nada tenemos que ver con el narcotráfico y con el gobierno. Muchos han optado por contratar seguridad para protegerse y otros por recomendar que cada quien se cuide como pueda: que no salga solo a la calle, que solo transite por calles iluminadas, que se viva en un estado de alerta y paranoicamente y que se encomiende a la suerte o a una deidad en la que crea.

Calderón se lanzo contra el crimen de manera improvisada, pasando por alto que su poderoso enemigo, que mueve millones cada año, tiene nexos con policías de diverso rango y con funcionarios públicos influyentes. El dinero compra tanto conciencias como complicidades aquí y en cualquier país del mundo

Thursday, August 19, 2010

Creacion del universo




Dicen que una voz profirió el hágase la luz… Dicen otros que más bien fue una explosión grande, sonora, aparatosa… Dicen, en fin, que llegamos hasta donde estamos en virtud de una cadena sorprendente de mutaciones que nos emparentan con las bacterias y que ha producido maravillas como la magia de Octavio Paz y el embrujo de Mario Benedetti…
Dicen sin certezas, por especular y saciar el morbo, cómo pudo originarse el cosmos. Pero nada saben. Las verdades más profundas son un misterio que se revela sin portentos, a veces como un arrebato frenético, otras en forma de mística inspiración o cual chispazo de colores en la cabeza.
Pues bien, yo sé que el universo comenzó el día que abriste los ojos frente a mí.

Tuesday, August 17, 2010

Gasto educativo y el apetito de saber



Fragmentos del ensayo de Gabriel Zaid en Letras Libres

Aumentar la productividad en los servicios de atención personal es menos fácil que en las manufacturas. ¿Qué puede hacer un psicoanalista o un maestro para aumentar su productividad? ¿Hablar más aprisa? ¿Dividir su atención entre un número mayor de alumnos o pacientes?

Cuando los países se hacen ricos, pueden darse el lujo de tener gastos universitarios elevados. Pero no se volvieron ricos por eso. México y Japón tuvieron décadas de crecimiento económico acelerado con un gasto universitario muy bajo. Hoy que gastan mucho más, crecen mucho menos.

Un taxista con doctorado puede ser más ameno, pero no avanza más aprisa, ni consigue empleo más fácilmente. Por el contrario, los estudios universitarios favorecen el desempleo, como está claro en muchas encuestas, y no sólo en México.

La universidad conserva el lujo de su origen: el modelo inventado por los jóvenes de familias ricas que, en Bolonia, en el siglo XI, tuvieron la idea de asociarse y contratar maestros, bedeles y un local, en vez tomar clases particulares en casa de los maestros. Era un lujo ideal para la clase alta, poco generalizable para toda la población. El lujo se volvió más costoso y menos generalizable cuando (siglos después) los bedeles tomaron el poder y añadieron gastos desmesurados en administración, prestaciones sindicales, estadios, viajes y relaciones públicas.

Lo peor de esta mercadotecnia abusiva es el estigma que cae sobre los que no terminan, como si estudiar uno o dos años no tuviera valor por sí mismo. Entre los muchos “fracasados” que abandonaron la canasta a medias para hacer cosas de mayor interés, no faltan los que luego reciben doctorados honorarios (a veces de la misma universidad que abandonaron) como Octavio Paz, Woody Allen.

El título y el automóvil son símbolos poderosos, casi religiosos, de la cultura del progreso. Por eso, las universidades y el tráfico seguirán empeorando y costando cada vez más. Los lujos masificados resultan más costosos que lujosos.

Si todos los universitarios fueran capaces de practicar un oficio, su desarrollo intelectual sería mejor. La inteligencia es corporal. La conexión entre la mano y el cerebro fue decisiva para la evolución de la especie. Además, prestigiar los oficios como hobbies que demuestran pericia y perfección, que son muy apreciados y hasta se prestan a concursos tendría consecuencias sociales deseables. Por lo pronto, igualitarias. La habilidad manual, como la práctica de los deportes, no hace distingos sociales. Una persona socialmente importante puede resultar muy poca cosa en el ejercicio corporal.