Saturday, November 27, 2010

La Habana: Vargas Llosa




"... Hay, en cambio, incongruencia, en que intelectuales, políticos o gobiernos que se dicen democráticos sirvan los intereses de un régimen enemigo de la cultura democrática y, en vez de mostrarse solidarios con quienes en Cuba van a prisión, sometidos a toda clase de privaciones y tropelías, apoyen a sus verdugos y jueguen el papel de celestinas o “putas tristes” -empleando un término de actualidad- de la dictadura caribeña. Es un insulto a la inteligencia pretender hacer creer a cualquiera que haya seguido someramente el casi medio siglo del régimen cubano, que la manera más efectiva de conseguir “concesiones” de Castro es el apaciguamiento, el diálogo y las demostraciones de amistad con su tiranía. Y lo es porque el propio Fidel Castro se ha encargado de disipar cualquier malentendido al respecto: él tiene cómplices, cortesanos, sirvientes, que colaboran con su política, sus designios, su gobierno y su modelo político-social, de los que ninguno de sus numerosos “amigos” lo ha hecho apartarse jamás un milímetro. Es verdad que, a veces, algunos de esos politicastros convenencieros o intelectuales en pos de credenciales progresistas que van a retratarse con él y a echarle una mano publicitaria reciben como regalo un preso político. Pero esa asquerosa trata de presos en vez de mostrar un ablandamiento del régimen es más bien una señal de inhumanidad… "

Tuesday, November 23, 2010

Consejos de C.S. Lewis




1. Trata siempre de usar el lenguaje de una manera en que quede totalmente claro lo que quieres decir, y asegúrate de que tu frase no pueda significar otra cosa.

2. Prefiere siempre la palabra simple y directa a la larga y vaga. No hagas efectivas tus promesas, sino cúmplelas.

3. Nunca uses sustantivos abstractos cuando bastaría con los concretos. Si quieres decir “murió más gente”, no digas “aumentó la mortalidad”.

4. Cuando escribas, no uses adjetivos que se limiten a decirnos cómo quieres tú que sintamos acerca de lo que describes. Es decir, en vez de contarnos que una cosa fue “aterradora”, descríbela de modo que aterre. No digas que fue “delicioso”; haznos decir “¡qué delicioso!” cuando hayamos leído tu descripción. Mira, usar todas esas palabras (horroroso, maravilloso, abominable, exquisito) es como decir a tus lectores “Por favor, háganme mi trabajo”.

5. No uses palabras desmesuradas para el tema. No digas “infinitamente” cuando quieres decir “muy”; de lo contrario no te quedarán palabras cuando quieras relatar algo verdaderamente infinito.