Friday, June 20, 2008

Acto de indignación


Maderito: te estoy mirando, mendigo. Primero fueron tus corruptos inspectores de comercio, luego fueron tus tránsitos quienes se despacharon con la cuchara grande (fauces enormes para mordidas enormes), y ahora el botín fue la lana de los parquímetros –dinero, siempre el pinche dinero que vuelve inmorales a los ‘morales’ - ¿y tú? tan campante, abrazando y teniendo contentísima con tu circo a la chusma que nomás va tras de ti rogando por que les toque una porción de las migajas que repartes (con dinero del erario, claro, porque tú de tu bolsa no das, nunca has dado) ¿y las investigaciones, y el ‘llegaremos hasta el fondo de este asunto’? demagogo hipócrita¡¡¡

Faulkner y la responsabilidad al escribir


“La única responsabilidad de un escritor es hacia su arte. Será completamente despiadado si es buen escritor. Tiene un sueño. Lo angustia tanto que debe librarse de él. No tiene paz hasta que lo logra. Todo lo demás se arroja por la borda: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, para que el libro se escriba. Si un escritor tiene que robarle a su madre, no vacilara en hacerlo.”

Relación entre poderes


Miguel Ángel Granados Chapa
Relación entre poderes
Quedarán atrás los días del informe presidencial faraónico, así como los de la disputa para interrumpir al jefe del Estado o impedirle hablar. En adelante, no será necesario que se presente a entregar su mensaje, según la reforma inicialmente aprobada


Un primer resultado del periodo de sesiones extraordinarias consiste en establecer nuevas normas de relación entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo. La más vistosa es devolver al 1o. de septiembre su carácter de fecha inaugural de las sesiones ordinarias del Congreso, evitando que, como ocurrió largamente, sea "el día del Presidente".
El próximo 1o. de septiembre Felipe Calderón no acudirá a San Lázaro, y se librará por lo tanto de las peripecias que él mismo ha padecido y que podrían repetirse en grado mayor, cualquiera que sea para entonces el status de sus iniciativas de reforma petrolera.
No por esa expectativa, sin embargo, sino porque el formato se agotó tardíamente, es sano que se modifique la manera en que el Ejecutivo rinda cuentas al Legislativo. El modo en que reinaba el presidente de la República sobre los otros poderes generó un endiosamiento que se expresaba el día del informe presidencial, presentado durante décadas ante una inmensa mayoría de legisladores dependientes del Ejecutivo y una breve e impotente oposición. Cuando creció la presencia de ésta y pudo romper la reverencia unciosa con que era obligado asistir a la ceremonia ritual, la figura presidencial empezó a estar en jaque. Las interrupciones al mensaje presidencial ya no fueron sólo para aplaudir sino para interpelar al Ejecutivo, lo que siendo imposible generaba fricciones entre el diputado que presidía la ceremonia y los cuestionadores, que se manifestaban no sólo pidiendo la palabra sino con gestos y ademanes de exigencia y reprobación. Se llegó al extremo en 2006, cuando se hizo inaplazable encontrar una relación más respetuosa entre el Congreso y la Presidencia.
Aunque desde siempre la Constitución establecía como deber del Ejecutivo presentar por escrito un informe sobre el estado que guarda la administración, la costumbre monárquica y alguna norma secundaria trocaron en obligatoria su lectura. La reforma será explícita en dejar a salvo de ese compromiso al Presidente, que pasó de ser gloriado a ser vilipendiado, para que se ahorre la pena previsible. Dirá el nuevo texto constitucional que "no será necesaria su presencia ante los legisladores".
Se modificarán otras normas en aras de mejorar la relación entre Los Pinos y el Congreso. Por ejemplo, se calificarán de preferentes ciertas iniciativas presidenciales. Es decir, el Congreso se obligará a abordarlas cuando el Presidente les otorgue ese carácter, a fin de que no vayan a la congeladora.
Si esa medida impide que los afanes presidenciales legítimos se vean obstruidos, la que concierne al "veto de bolsillo" debe obrar efectos en sentido contrario, evitar que el Ejecutivo dé al traste en la práctica con las tareas legislativas. Hasta ahora, la casa presidencial puede retener decretos aprobados en el Congreso sin promulgarlos y publicarlos, aunque no pretenda formular observaciones sobre ellos. En la nueva fórmula subsistirá la posibilidad del veto presidencial dentro de 30 días naturales posteriores a la recepción de la minuta procedente de la Cámara revisora. Transcurrido ese plazo sin que hiciera uso de su facultad de hacer observaciones al producto legislativo, estará obligado a publicar el decreto correspondiente en no más de 10 días. De no hacerlo, se producirá automáticamente la promulgación y el presidente de la Cámara de origen ordenará su publicación en el Diario Oficial.

Tuesday, June 17, 2008

Jueves de Corpus


Al cumplirse la semana pasada un aniversario más del Jueves de Corpus, adquiere descomunal tamaño la falsedad de la promesa formulada por el entonces presidente Luis Echeverría. Ofreció una investigación cabal que determinara las causas y los instrumentos de la represión que se cebó sobre los estudiantes, ex presos políticos y periodistas. Al no haberla siquiera iniciado, dejó abierta la posibilidad de que se den por ciertos testimonios como el que Alfonso Martínez Domínguez –que perdió la jefatura del departamento del Distrito Federal como subproducto de aquella agresión- se empeñó en divulgar tiempo más tarde. Según esa versión, Echeverría mismo dispuso la operación y siguió su desarrollo con frialdad que sobrecogió a los testigos de la maniobra, ninguno de los cuales, el ex gobernador de Nuevo León incluido, tuvo arrestos para denunciar oportunamente.

De panazos


Escribe Soledad Loaeza el pasado viernes en La Jornada:

¿Qué estará ocurriendo en el interior del Partido Acción Nacional que el presidente Calderón creyó necesario destituir al senador Santiago Creel de la coordinación de la bancada de su partido en el Senado? ¿Qué provocó que el despido fuera, además, una humillación pública deliberada? ¿Estaba conspirando el senador contra el Presidente? ¿Es un instrumento de Manuel Espino para sabotear al gobierno? ¿Creía que iba en caballo de hacienda hacia 2012?.
Algunas explicaciones se refieren a la vieja rivalidad entre ambos personajes; otras más a la popularidad del senador Creel, quien, por alguna razón oscura, sería inaceptable para el presidente. Hay quien sostiene que se le atribuye responsabilidad en los aires de derrota que soplan contra la propuesta de reforma petrolera. Incluso algunos piensan que la vida personal del senador pudo ser una de las causas de su caída. Es posible que sea todo junto. Es más o menos obvio que al partido de origen del presidente de la República le toca apoyarlo a él y a su gabinete. En principio, ellos son los ejecutores de la plataforma partidista, y, en última instancia, la suerte electoral del partido en cuestión depende en buena medida del desempeño de sus militantes en su calidad de funcionarios. Desde esta perspectiva, el vínculo entre el gobierno y el partido tendría que fortalecerse. Esto es, entre ambas instancias, presidencia de la República y partido en el poder, debe establecerse un equilibrio que garantice el buen funcionamiento de cada una de las partes, que respete su autonomía. Un presidente rehén de su partido está condenado al fracaso, de la misma manera que un partido subordinado al presidente pagará en las urnas su obediencia a la voluntad de uno solo de sus militantes.
Antes que unir al partido detrás de la silla presidencial, algo que tanta falta haría en estos momentos, Calderón y Martínez lograron distanciarse de muchos que antes, al igual que ellos, desconfiaban del “panismo hechizo” de Creel, pero que ahora le temen a lo que podría ser el “priísmo hechizo” de sus dirigentes.

imagenes 17-07-08

La campaña ya terminó


Cuánto quieres perder?


Por el poder


Vengativa


Pobreza y desigualdad


Pobreza y desigualdad
por Gabriel Zaid
Rompiendo con muchos de los lugares comunes que suelen aplicarse en el estudio social, Gabriel Zaid vaticina el deseable final de la pobreza y la inevitable -y sana- persistencia de la desigualdad.


Llegará el día en que los pobres sean protegidos como una especie en extinción. Habrá parques turísticos y hasta aldeas más o menos auténticas que ilustren cómo vivían. Quizá los visitantes admiren la inteligencia y dignidad con que se puede vivir estrechamente. Pero será difícil explicarles cómo pudo haber pobres en medio de la abundancia. La pobreza puede quedar atrás en unas cuantas décadas. Pensar que será eterna ayuda a perpetuarla. No hay que confundirla con la desigualdad, que también existe entre los millonarios, y seguiría existiendo si toda la población fuese millonaria. La pobreza es económica, la desigualdad es social y política.
Muchas desigualdades son injustas y deben terminar (por ejemplo, la discriminación racial). Pero la desigualdad económica no tiene esa importancia, ni puede impedirse. Lo importante es que todo ser humano disponga de suficientes proteínas, agua potable, ropa, techo, vacunas; y esto es algo que se puede lograr.


Namibia tiene la mayor desigualdad en la distribución del ingreso. Dinamarca y Japón son los países más igualitarios. Hay más desigualdad entre la población urbana que entre la campesina (lo cual refleja que la desigualdad aumenta sobre todo por arriba: por los que mejoran). También entre los hombres que entre las mujeres. La propiedad está más concentrada que el ingreso (lo cual indica que concentrar la propiedad es improductivo).
La desigualdad original es la política. El Estado aparece cuando los guerreros someten al resto de la sociedad (algo imposible en el nomadismo, pero fácil en la vida sedentaria) y constituyen una aristocracia que protege y cobra impuestos. La concentración de las armas precede a la concentración económica. El nomadismo es igualitario económicamente. Si todos producen de la misma manera, ¿cómo explicar que alguno tenga más? O tuvo suerte (que debe compartir para apaciguar las envidias); o hizo un pacto con el diablo; o despojó a los otros. Las ganancias de unos salen de las pérdidas de otros. Esto último fue elevado a teoría de la explotación por Marx. Una vez que los productores se liberan de la servidumbre pasan a depender del mercado. Su única mercancía vendible es su trabajo. Y el patrón les paga menos de lo que su trabajo produce: únicamente lo necesario para que subsistan, despojándolos del resto.


Una forma popular de esta teoría circula como argumento en favor de trabajar por cuenta propia: “Nadie se hace rico trabajando para otros”. Pero muchos asalariados se han hecho ricos trabajando para las grandes empresas, el gobierno y otras instituciones. Hay empresas que benefician sobre todo a los dueños, pero las hay que benefician sobre todo a los ejecutivos, o a los líderes sindicales, o a los proveedores, o al fisco. Y abundan las empresas que son un mal negocio, aunque benefician a la sociedad. Otra conseja es que los ricos se hacen cada vez más ricos y los pobres más pobres. Pero muchos desconocidos se vuelven millonarios y muchos millonarios se arruinan. China concentraba el 32.9% del PIB mundial en 1820, frente al 1.8% de los Estados Unidos. Lo cual se explica porque China tenía una población 38 veces mayor. A pesar de lo cual, para 1950 los Estados Unidos concentraban el 27.3% frente al 4.5% de China. Y es posible que las posiciones vuelvan a invertirse. Irlanda estuvo entre los países pobres y ahora está entre los ricos, no todos los pobres se hacen más pobres. Tampoco el país más rico se distancia cada vez más de los otros.