Wednesday, July 09, 2008

¡Por fin lo tengo!!!


Con dedicación especial para mi gran amigo el héroe de leyenda (J.A.R.Ch-C.)


Estoy harto y asqueado de muchísimas cosas, cosas desde el hostigamiento y la presión laboral hasta las tragedias diarias y las inmundicias de la política. Sin embargo, hay cosas por las que uno debe mantenerse optimista. Supongo que después de un día largo y difícil de trabajo existen ciertas cosas que nos dan esperanza o nos iluminan la noche o a la hora que sea que lleguemos a casa.

Para mi gran cómplice ha de ser enterarse de las nuevas sorpresas que le dé Demyanichi. Para otros será abrazar a su madre o besar los labios del amante deseado, o encontrarse con un buen amigo o simplemente tomarse una copa de vino y escuchar en silencio la sinfonía favorita.

A mí lo que me alegró este día fue encontrarme con mi perro Facundo y sobre todo tener en mis manos el súper box set de lujo de la gira de despedida de mis idolatrados Héroes del Silencio. Yo sabia de su existencia en España y supuse que jamas lo pondrían para su venta en México. Aun así esperé y esperé meses y al fin hace un par de días me encontré con la sorpresa de su venta en Internet. Ya fui por él y ya lo tengo y es un tesoro muy preciado aunque no tengo ni idea de cuántas piezas en total hayan salido para su venta. Claro que esto significa que, junto con el pago de impuestos y el boleto para el concierto de Oasis (‘quiero de los mas caros’, dijo mi hermana), me quedaré sin un centavo por lo que queda del mes.


El Héroes del Silencio Deleuxe Boxset Edition incluye:
Un dvd doble, cd doble, un poster con doble vista, una playera talla M, una púa de guitarra, un par de baquetas y un backstage pass.


* * * * *


... Y en otro par de asuntos que nada tienen que ver:

¿ómo esta eso del robot perredista?



... y me recomendaron este video, la neta no lo he visto, pero a ver qué tal:


El consumidor-votante


Una idea según Dahrendorf

El pueblo está más impaciente que nunca. En tanto consumidor, se ha habituado a la gratificación instantánea. Pero como votante debe esperar a que se manifiesten los frutos de su elección en las urnas, si los hubiere. A veces nunca ven los resultados deseados. La democracia necesita tiempo, no sólo para votar, sino también para deliberar, revisar y compulsar. El consumidor-votante es reacio a aceptar esto y, por ende, se aparta.

Monday, July 07, 2008

Livier Serna



Ver a una buena amiga es una dádiva enorme que disfrutamos la noche del jueves en que cenamos rico y platicamos mejor de muchísimas cosas.
No sé si sabré explicarme pero Livier es la misma y no es la misma. Entiendo que no podemos esperar que alguien, luego de vivir a nueve mil kilómetros de distancia, se mantenga tan cual como la conocimos. Eso si, siguen muy vivos en ella su interés genuino por el otro, estas ganas de que le cuenten cosas antes que contar las propias; mantiene también su buen humor y su inteligencia. Sin darnos cuenta la platica fluyo como si no hubiera pasado tanto tiempo sin vernos.
También pude enterarme del regreso a calidad de desempleado de Juanito (paciencia) y de lo parecidísima que se ha vuelto la pequeña Padme a su papá –aunque a Karlita no le guste- y nos enteramos de esa persona que dejó Livi en Francia y es para ella –supongo- alguien ahora muy especial.
En fin, el caso es que fuera de los contratiempos personales de siempre, llegue a la conclusión de que los convidados estamos razonablemente bien.

Querida Livi:
Mi hermana ya sabes que te manda un abrazo del tamaño del sol (no se conocen personalmente pero son tantas sus semejanzas).
Me encantó el argumento tuyo para irte, por seguir fuera, por no regresar en el corto tiempo pero no porque deprecies a tu país sino por querer ayudarlo a salir del hundimiento lento en que se encuentra.
Yo a ti te considero una mujer de bien, fiel a tus ideas y fiel a tus pasiones. Y quiero que sepas que te admiro muchísimo, y me encantan tu levedad, tu buen animo y esa sonrisa que despliegas.
¡¡¡Salud!!!

Pd1. ¿Qué posibilidades hay de volver a vernos antes de que te vayas?
Pd2. Recuerda que te voy a estar fregando con lo de el favor para conseguirme ‘el paquete’ que platicamos, ¿ok?

“Ventanales en lo alto” de Philip Larkin


... Cuando veo una pareja de muchachos
Y pienso ‘seguro él ya se la coge y ella
toma píldoras o usa algún dispositivo’,
Sé que es éste el paraíso
Que los viejos han soñado,
Echando por la borda poses y ataduras
Como si fueran una máquina anacrónica,
Y veo a los jóvenes corriendo sin parar
Por la vía franca, rumbo a la felicidad...

La sinestesia


En su novela publicada en 1985 El perfume / Historia de un asesino, Patrick Süskind describe la vida de Jean-Baptiste Grenouille, un hombre tan genial e infame como lo habrían sido el Marqués de Sade o Napoleón. Grenouille tenía dos características fundamentales: poseer un olfato fuera de serie -“la mejor nariz de París” como él mismo se apodaba-, pero también carecer de olor propio, lo que hacía que fuera rechazado por las demás personas (los bebés normalmente huelen a bebé e identifican a la madre desde los seis días de nacidos a través de su olor hasta que cumplen tres meses, cuando son capaces por primera vez de fijar la visión). El cuerpo de Jean-Baptiste no olía a nada. Süskind dice que su personaje era capaz de distinguir más de mil aromas, lo que es un error, pues un catador de perfumes profesional o de vino es capaz de distinguir con entrenamiento hasta más de cien mil. Esta habilidad requiere necesariamente no sólo poseer una capacidad olfativa extraordinaria, sino una memoria nasal fuera de lo común.
En la década de los veinte del siglo pasado, Alexandr Luria, neurólogo ruso, estudió el caso de un tal Sherashevsky. Sherashevsky poseía una memoria absolutamente anormal: podía recordar setenta palabras en cualquier orden en listas dadas hasta 15 años atrás. Se dedicó a ser un memorista profesional trabajando en un circo. ¿A que se debía la hipermemoria de Sherashevsky? Probablemente a una condición llamada sinestesia. Sherashevsky tenía una respuesta inusual a diferentes estímulos: retenía imágenes vívidas de forma visual (memoria fotográfica), pero tenía problemas para integrar y recordar cosas complejas: memorizaba visualmente una cara y no la reconocía después con un simple cambio en la expresión facial, con los cambios de luz confundía los objetos, etc.. La sinestesia es la condición que confiere al sujeto que la padece o que la goza, el poder de evocar sensaciones en otro órgano de los sentidos distinto del que fue originalmente estimulado. Que al escuchar un sonido también perciba un color o un sabor.