Wednesday, October 28, 2009

Kafka y el calendario

Daba mucha importancia al hecho de ir bien vestido. A sus ojos, era una descortesía acudir a cualquier sitio con una corbata mal anudada. Encargaba sus trajes a un sastre de primera, y para vestirse se tomaba siempre mucho tiempo, aunque no por vanidad. Se examinaba en el espejo con ojo crítico, sin autocomplacencia, con el objeto de no llamar la atención.

Le encantaba hacer recados porque le gustaba la gente sencilla. En nuestro barrio estaban acostumbrados a verlo con el cesto de la compra o la jarra de la leche en la mano… Muchas mañanas salía a dar un paseo solo… mostraba rechazo frente al teléfono y sufría cuando sonaba. Yo tenía que responder a todas las llamadas. Creo que todas las máquinas y los objetos mecánicos le inquietaban. Mi calendario, en el que cada día aparecía una sentencia, le apasionaba. Más tarde tuvimos uno cada uno, y en ocasiones especiales Kafka solía «consultar el calendario». Cuando una vez se me rompió un cuenco de cristal en el que estaba lavando unas uvas -a él le gustaba mucho comer uvas y piña-, apareció de inmediato en la cocina con el calendario y con los ojos muy abiertos me dijo: «¡Un instante puede romperlo todo!». Entonces me entregó la hoja. La verdad sonaba tan trivial. Él sonrió.

Monday, October 26, 2009

Se busca a Felipe Calderón

Su estatura, complexión y señas particulares son bien conocidas. Se le vio por última vez hace dos años, el viernes 21 de septiembre de 2007, en la celebración de la revista Líderes de México. En aquel evento dio un discurso memorable. Las palabras presidenciales buscaron mover conciencias para una transformación del país:

“Hay un liderazgo, una minoría selecta… capaz de mover a este país en una dirección distinta al lamento eterno, que nos han enseñado a ser. Una minoría capaz de creer que México puede ser distinto del México del ya merito, y del ahí se va, y de que tienen la culpa los gringos, o tienen la culpa los empresarios…”

En aquella ocasión, Calderón le reclamó a la elitocracia su compromiso por construir un país menos brutal y miserable. El tono del mensaje parecía insinuar que el propio Presidente se pondría al frente de ese movimiento a favor del cambio. El líder político que exigía voluntad de cambio a las elites se transformó en el velador de la continuidad. El aspirante a estadista devino en un administrador cualquiera. ¿Dónde está el presidente electo que asumió el poder en una situación complejísima? Busco y no encuentro al líder que afirmó:

“Yo los invito… a creer firmemente en México, a transformarlo con audacia, a ser capaces… de rebasar los límites de lo humanamente esperable, los límites de lo conservador, de lo sensato, de lo prudente.”

¿Cómo recordaremos el sexenio de Calderón en el año 2030? Hagamos un ejercicio de memoria selectiva para recordar las herencias positivas de los últimos tres sexenios. Salinas renegoció la deuda externa y logró la aprobación del TLC. Zedillo reformó la Suprema Corte, le dio autonomía al IFE, apoyó la creación de la Auditoría Superior. Con Fox se dio el mayor crecimiento en la construcción de vivienda en la historia del país, se aprobó la ley de transparencia y se impulsó el proyecto de Enciclomedia, destrozado por la prensa, pero premiado por la Unesco.

¿Cuál será la herencia de Calderón? En su primer año se reformó el sistema de pensiones del ISSSTE, pero desde entonces su gobierno ha sido consumido por la lucha contra el crimen organizado. Hasta el momento, el legado más visible del sexenio son decomisos de droga, un cúmulo de órdenes de aprensión y el incremento de la población carcelaria. Como promotor del cambio colectivo, Calderón será recordado como el presidente que enseñó a los mexicanos a estornudar con la parte interna del codo.

Calderón tendrá que enfrentar un Congreso controlado por la oposición, lo cual hará muy difícil avanzar una ambiciosa agenda legislativa. Sin embargo, el Presidente puede avanzar varios temas en materia de regulación que no requieren la aprobación de diputados y senadores. En el sector de telecomunicaciones, hay una ventana de oportunidad para impulsar la competencia económica, la inversión y más alternativas para los consumidores. El Presidente tiene en sus manos la oportunidad de construir un legado relevante para la vida de 107 millones de mexicanos.