Friday, June 06, 2008

Días Inciertos


Duros y cargados han estado estos últimos días. Cuando no es una cosa es la otra. Problemas que llegan para sustituir a otros problemas, avances que no terminan, proyectos que no aterrizan, ausencias inesperadas; tristeza, tristeza; volteretas que nos da la vida, las horas del día y de la noche no alcanzan para asimilar lo que sucede, para entender cabalmente porqué pasa lo que pasa. Fui y regresé a Aguascalientes para despedirme de un señor que siempre me quiso, mantendré siempre en mi memoria un diciembre que pasamos en familia, una carne asada inolvidable… hasta siempre…

Octavio Paz: El PRD es un PRI reconstruido



Fechado el 12 de junio de 1997 -y publicado como texto de presentación del número 248 de la revista Vuelta-, Octavio Paz publicó un pequeño ensayo sobre el histórico proceso electoral federal que se llevó a cabo en las semanas previas -el 6 de julio-, y que marcó el principio del fin de la hegemonía del viejo PRI en el poder. En esa elección -en la que se renovó la Cámara de Diputados luego de la reforma electoral de 1996-, el PRI perdió la mayoría y el control político de San Lázaro, en una batalla histórica que marcó el inicio de la pluralidad partidista. Por primera ocasión los partidos opositores consiguieron una mayoría en la representación popular. Para Octavio Paz, las elecciones de ese 6 de julio fueron “la culminación de un proceso político que comenzó en 1968”, año “de la primera gran crisis del sistema mexicano”, y que coincidió con dos fenómenos de extraordinaria importancia, uno internacional y otro nacional: la rebelión en las sociedades liberales capitalistas de Europa y Estados Unidos y la entrada en acción de una clase media desconocida en México, los contingentes juveniles que formaron el núcleo del movimiento del 68 pertenecientes a esa clase.


Según Paz, los dirigentes estudiantiles “ignoraron el verdadero sentido del movimiento que encabezaban y tardaron 20 años en desorganizarse. Su encuentro con la democracia fue tardío. Lo mismo puede decirse de casi toda la izquierda… la reacción de los partidos fue igualmente incomprensiva. El Partido Comunista vio con desconfianza a un movimiento que no se ajustaba ni a sus ideas ni a sus previsiones acerca de lo que era o podía ser una revolución social… El PAN los ignoró; el PRI procuró destruirlos”. Líneas adelante, dice que “más allá de la represión o de la violencia guerrillera, paralela a la gubernamental, permaneció viva y tenaz la aspiración democrática poderosa, pero confusa… y sólo un pequeño grupo declaró que la única solución viable era una evolución pacífica y gradual hacia el pluralismo democrático”. No tardaron las críticas severas provenientes de la izquierda, que motejó la salida propuesta como “gradualismo”, al tiempo que Paz fue identificado entonces como un intelectual de derecha. Pero luego los cuestionamientos vinieron también del PRI y hasta del PAN, cuando en las revistas Plural y Vuelta, Octavio Paz insistió -en 1985, en esta última, reunió un conjunto de ensayos con el título de “PRI: hora cumplida”- en la tesis de la evolución gradual y pacífica hacia el pluralismo. En el ensayo del 12 de junio de 1997, el poeta dice que el proceso electoral federal de ese año “confirmó nuestras previsiones”. Y dice del PRD, que en ese 1997 fue el partido revelación: “La izquierda era una minoría que jamás se habría convertido en lo que hoy es sin una escisión del PRI. Ahora mismo sorprende el número de antiguos e importantes miembros del PRI que son candidatos del PRD. No es exagerado decir que el PRD es un PRI reconstruido”.


Por eso la vida política mexicana “rica en los últimos meses en riñas salpicadas de vulgaridades, requiere un poco de generosidad y de grandeza. La creación de una democracia sana exige el reconocimiento del otro y de los otros”. Y termina con la siguiente reflexión: “Una política de venganzas o la imposición de reformas que encontrarían un repudio en vastos sectores de la opinión pública, nos conducirían a lo más temible; a las disputas, las agitaciones, los desórdenes y, en fin, a la inestabilidad, madre de dos gemelas, la anarquía y la fuerza. Lo que necesitamos es una política de reconciliación nacional. Lo piden no sólo la moral sino la sensatez. Tan mala como la impunidad es la intolerancia. Lo que necesitamos para asegurar nuestro futuro es moderación, es decir, prudencia, la más alta de las virtudes de la política. México ha vivido siempre entre los extremos, la dictadura y la anarquía, la derecha y la izquierda, el clericalismo y el jacobinismo. Nos ha faltado casi siempre un centro y por eso nuestra historia ha sido un largo fracaso. La prudencia, natural enemiga de los extremos, es el puente del tránsito pacífico del autoritarismo a la democracia”.


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Obama hace historia


Barack Obama aseguró su lugar en la historia al convertirse en el primer candidato negro que competirá por el Partido Demócrata para lograr la Presidencia de Estados Unidos, mientras las aspiraciones presidenciales de Hillary Clinton se derrumbaban. El senador por Illinois ha logrado la cifra de 2 mil 132 delegados, más de los 2 mil 118 que se necesitan para obtener la nominación, que se volverá oficial a finales de agosto, cuando los demócratas celebren su convención nacional, en Denver. La contienda demócrata ha dejado tras de sí a más de 35 millones de electores volcándose sobre las urnas de 50 estados de la Unión Americana.
La de Obama es una victoria que se esperaba incluso antes de que los colegios electorales arrojaran su triunfo en las elecciones primarias de Montana, aunque Hillary Clinton ganó en las de Dakota del Sur. En una noche de gloria y festejo, Obama arengó a sus incondicionales en un multitudinario acto en Saint Paul, Minnesota, para invitarlos a participar en un “pase de página”, para terminar con “las políticas del pasado” y darle “una nueva dirección al país que todos amamos”.


“Esta noche, puedo asegurarles que seré el nominado del Partido Demócrata a la Presidencia de Estados Unidos”, dijo Obama, quien aprovechó la oportunidad para felicitar a Hillary Clinton por su tesón y entrega a lo largo de unas primarias de casi medio año. “A lo largo de estos últimos 16 meses hemos tenido nuestras diferencias. Pero también puedo decirles que, tras esta intensa campaña, que nuestro partido y nuestro país es mejor gracias a ella”.
Por su parte, en un discurso desde Nueva York, Hillary felicitó a Obama por su campaña. Sin embargo, no aceptó su derrota y precisó en cambio: “no tomaré ninguna decisión esta noche… Quisiera felicitar al senador Obama por una carrera histórica. He tenido el honor de contender contra él y hoy tengo el honor de seguir considerándolo mi amigo”, dijo Clinton en un tono conciliatorio que muchos interpretaron como la mejor prueba de que apuesta por ser considerada como compañera de fórmula de Obama.

Enemigos de la lógica


¿Cómo explicar la afanosa solidaridad de un partido político con gobernadores sujetos a investigación judicial y sentenciados por la opinión pública? Fieles a sus errores, repiten fórmulas que sólo les han garantizado el fracaso...