Saturday, March 12, 2011

Moreira

Plaza pública

Con Humberto Moreira retornan al PRI modos y conductas que no se retiraron nunca del todo. Como en los tiempos del dedazo presidencial, que ponía y quitaba dirigentes priistas a capricho, fue candidato de unidad, es decir no tuvo que ganar una contienda interna, o, mejor dicho, la ganó en la discreción de las reuniones de camarilla. Ostenta, como principal título para su designación, un autoritarismo que le permitió dominar la escena política a sus intereses personales. Confeccionó y sometió a las legislaturas con las que coincidió su Gobierno y entregó el partido a sus hermanos, a uno de los cuales hizo candidato a sucederlo, lo que ocurrirá sin duda porque al poderío local de los Moreira se agrega desde ahora su preeminencia nacional.

Con ese dirigente, escogido en la oscuridad aunque se le eligiera clamorosamente, se apresta el PRI a volver a Los Pinos. Aunque se ha mitigado la noción que veía inexorable ese trayecto, existen posibilidades reales de que la alianza del partido con los poderes fácticos lo restablezca en el poder ejecutivo. Alimentan esa esperanza priista los descomunales yerros, la insoportable incapacidad de los otros partidos de ofrecer y sostener proyectos de Gobierno favorables a los intereses generales.

Raymundo Riva Palacio

Moreira Es cautivador, directo, franco y, como admiten incluso sus adversarios, lo que ofrece, lo cumple.

había llevado inversiones y creado empleos como ningún otro Mandatario en el estado había logrado.

Moreira pudo llegar al PRI porque superó el gran obstáculo que le exigieron las cúpulas: si asumía la presidencia, no buscaría la candidatura presidencial de 2012. Acepto. El PRI cambió el estatuto para meter ese candado y evitar que el inquieto y aguerrido coahuilense quisiera repetir la experiencia de Roberto Madrazo en 2006, que les costó no sólo la Presidencia sino quedar arrumbados en el tercer sitio como fuerza política nacional.

Moreira ha convencido a todos que es el mejor interlocutor con el cual podrán contar Peña Nieto y Beltrones, enfrentados en la sucesión presidencial, y que es capaz de hablar con todos los grupos políticos dentro del partido para impedir una ruptura.