(atribuido erróneamente a Borges)
Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y menos habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata y prolíficamente cada minuto de su vida; claro que tuve momentos de alegría; pero si pudiera volver atrás, trataría de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos.
Yo era uno de esos que nunca iban a ninguna parte sin un termómetro, una bolsa de agua caliente, un paraguas y un paracaídas. Si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano. Si pudiera volver a vivir, comenzaría a andar descalzo a principio de la primavera y seguiría así hasta concluir el otoño. Contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños, si tuviera otra vez la vida por delante. Pero, ya ven, tengo 85 años y sé que me estoy muriendo.
Don Herold, If I had My Life to Live over: Readers Digest, Octubre de 1953