Friday, April 18, 2008

Los Simpsons hacen enojar a Argentina


A través de sus casi dos décadas de transmisión, el humor irreverente de la serie animada Los Simpsons ha hecho sátira de todos los aspectos de la vida estadounidense. Cuando la familia amarilla decide salir de viaje, es común encontrar en tales episodios bromas a expensas del país anfitirión, como le ha ocurrido a Brasil, Japón y Australia.
Esta vez los personajes creados por Matt Groening no tuvieron que salir de Springfield para causar indignación en Argentina, gracias a dos líneas de diálogo de uno de los episodios de la más reciente temporada. “E. Pluribus Wiggum”, el décimo episodio de la temporada 19, satiriza sobre el clima político en los Estados Unidos y encuentra a los ciudadanos de Springfield ponderando cuál tipo de gobierno les apetece elegir. Uno de los amigos de Homero Simpson, Carl Carlson, dice: “me inclino por un regimen militar similar al de, huh, Juan Perón. Cuando él te desaparecía, te quedabas desaparecido”. A lo que su amigo, Lenny, le responde “Además, estuvo casado con Madonna”.

La cantidad de imprecisiones históricas no ha sentado bien con argentinos que han visto ya el episodio en su transmisión norteamericana, antes de que aparezca en las pantallas argentinas. El régimen militar al que probablemente se refiera el personaje de Carl inició hasta una vez terminada la presidencia de Perón, y representa uno de los episodios más dolorosos de la historia argentina. Conocida como la Guerra Sucia, este periodo de represión fue escenario de la desaparición más de 30,000 ciudadanos. No es algo que en Argentina se tome a la ligera, y tampoco una asociación que los descendientes de Juan Domingo Perón aprecien. El comentario de respuesta de Lenny juega aún más con la realidad y la ficción: se trata de una referencia a la película Evita, donde Madonna interpretó a Eva Perón, esposa del ex-mandatario.
Pese a que cabe la posibilidad de que se trate de una broma planeada para evidenciar la ignorancia en cuestiones de historia de los personajes, el tema sigue siendo uno muy sensible para ciertos sectores del pueblo argentino. El diario Perfil en su edición el línea, reportó la nota con el encabezado “Para “Los Simpsons”, Perón fue un dictador que cometió crímenes de lesa humanidad”. Variety.com reportó que Lorenzo Pepe, secretario general del Instituto Nacional de Juan Perón, acudió a la Comisión Federal de Radiodifusión para que tome medidas contra el episodio.

No queda claro qué es lo que la Comisión pueda hacer al respecto: de acuerdo con un vocero del órgano, la censura no es una opción, pues el programa ha sido una de los programas extranjeros más populares de Argentina. Alterar el diálogo a través del doblaje también está fuera de sus manos: en Argentina, como en muchos otros países de Latinoamérica, se transmite la versión doblada al español “neutro”, realizada en México.
No es la primera vez que Los Simpsons tiene roces desafortunados con Latinoamérica. En el 2002 causó molestia en el presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso por el retrato que hacía del país carioca en el episodio “Blame it on Lisa”, donde el transporte público es sustituido por una fila de bailarines de conga, ratas impiden a los transeúntes atravesar las calles y Homero es secuestrado por un taxista. En fechas recientes, la serie fue prohibida del todo en Venezuela, por “infringir las prohibiciones de difusión en dicho horario (11:00 AM) de mensajes que atentan contra la formación integral de niños, niñas y adolescentes”, según lo previsto en la polémica ley de responsabilidad social en radio y TV, sancionada en 2005. El lugar de la serie animada lo ocupó la serie Baywatch.

1 comment:

Pedro Aguirre said...

Bueno, mi querido Julián, el que los latinoamericanos seamos tan sensibles en cuestiones de historia habla de nuestra profunda inseguridad. Los Simpsons son una sátira del American Way of Life y no por eso se desgarran allá las vestiduras. Y es que hay que reconocerles a los gringos una gran virtud: saben reírse de ellos mismos, lo mismo los italianos, los ingleses y los europeos en general (los alemanes no). Aquí, en cambio, nos ponemos a chillar cada vez que se meten con nuestra historia. Somos unos cursis melodramáticos e inmaduros. Por eso luego nos va como nos va.