YO, YO, YO, YO...

Buena parte de mi odio a los políticos tiene que ver con que ellos siempre hablan de ellos mismos (ps claro¡ si no: pa qué les acercan el micrófono?). También siento ñáñaras por todos aquellos amigos, conocidos, artistas, intelectuales, directores técnicos, etc. que les da por hablar de sí mismos en tercera persona (en esto LaVolpe era un genio). Pero como es casi una obligación en estos asuntos cibernéticos no me queda de otra más que tratar de darles una breve idea de quien soy y como me veo a mi mismo, discúlpenme de antemano por esta irreverencia vanidosa.
Me considero: sincero, amable, con capacidad suficiente para entablar una amistad, republicano, demócrata, liberal, olvidadizo, mordaz, tímido, discreto, modesto, cordial, atento, obeso (en mi físico y en mis afectos). Detesto en cambio la estupidez, el fanatismo y la corrupción. Adoro a mis rayados, a mi familia, mis amigos; la música, las películas, los filetes, alcoholes varios, monterrey, a mi perro. Mis ciudades: Linares, Distrito Federal, Guadalajara.
Mi motor no tiene pierde: se llama Demyan (o petit cheval de bois), formidable estímulo para la esperanza verdadera.