"en ciertas ocasiones debemos administrar bien nuestro desprecio, porque hay demasiados que lo merecen"
Escribo desde la indignación. El pasado miércoles el municipio de Monterrey comenzó los festejos por el 411 aniversario de la ciudad. en los bajos de palacio se partió un enorme pastel para compartirlo con la chusma y tenerla contenta. Fue entonces cuando mi adorado alcalde se convirtió en capulina y empezó a darse de pastelazos con un regidor y con algunos lacayos alcahuetes, quienes con tal de mantener la chamba son capaces de aguantar y soportar el ridículo. Y allí estaban los funcionarios riendose de manera fingida por las boberías de su jefe, aplaudiendo sus idioteces, festejando la estupidez. Y tal vez eso no hubiera estado tan mal, de no ser porque la nota apareció a nivel nacional con Lopez Dóriga. ¡Ay Adalberto, las vergüenzas que me haces pasar! Deberias de irte ya, irte por desvergonzado, por impúdico, por blandengue, por inepto.
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1 comment:
Pues lamento decirte que no eres el único mi querido amigo, en lo personal me encuentro profundamente indignada por la situación, ya que independientemente de que a él en lo personal le encanten las bromas y los juegos, tiene la responsabilidad de gobernar una ciudad capital para lo cual hace falta muchas caracteristicas entre ellas el imponer respeto.
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