Fernando Escalante Gonzalbo
La actual politica contra las drogas : ¿ha impedido que llegue la droga a los mercados? No. ¿Ha reducido el consumo? No. ¿Ha impedido que haya nuevos adictos? No. ¿Ha encarecido la droga, por lo menos, para hacerla menos asequible? No. La política vigente no ha servido en absoluto para conseguir ninguno de los fines proclamados. Es absurdo discutirla diciendo que la droga es mala: ¡claro que es mala! Se trata de evitar su consumo, y resulta que la política actual no sirve para eso. No me digan que la droga es mala. También es malo inhalar pegamento. Sencillamente, esta política es un fracaso, un fracaso absoluto e irreparable, ¿por qué insistir?
La diferencia entre el narcotráfico y crímenes como la extorsión o el secuestro, es que en la narcoventa los delincuentes gozan de la complicidad de sus víctimas. Los consumidores de drogas prohibidas quieren consumir, buscan a sus proveedores: son la mitad activa del delito. Los secuestrados y extorsionados, no. Todo lo contrario: huyen de sus victimarios. Para los criminales es más riesgoso, y al final menos rentable, obtener una ganancia de quien los rehúye que de quienes establecen con ellos un acuerdo voluntario de comercio para comprar drogas ilegales.