Thursday, April 08, 2010

Burocracias


La principal diferencia entre un país desarrollado y otro que no lo está no radica en el ingreso ni el consumo de los habitantes, sino en la operación de sus burocracias. Más allá de la informalidad donde se sobrevive robando algo, en los países subdesarrollados la improductividad es evidente en el gobierno. Su lógica no es la de maximizar la eficiencia en su operación, como lo es en un país desarrollado donde la satisfacción del ciudadano es el objetivo central.
En México la burocracia se construyó con un eje rector: el control político. Durante mucho tiempo todo se valía y casi a cualquier costo mientras los responsables fueran leales. Nuestras burocracias transpiran un exceso de personal. Mucha gente no hace gran cosa, mientras que otros hacen tareas incomprensibles.
En la época del priísimo esa burocracia podía funcionar en algunas aéreas impulsadas por un ejército de mandos medios y asesores que le apostaban todo al éxito político de su jefe. No había ciudadanos que reclamaran sus derechos. Bastaba atender a las clientelas políticas y para esa tarea no importaba una buena operación basada en reglas sino la discrecionalidad.
Que los trabajadores del sector público deben estar adecuadamente pagados es justificable si trabajan de forma productiva y si sus derechos laborales no son superiores a los del ciudadano con las mismas calificaciones. En principio un trabajador público tiene como única justificación el ciudadano al que le provee servicios. Cuando el trabajador en el sector público tiene condiciones de vacaciones, pensión, horario y seguridad en el empleo muy superiores a las de los ciudadanos promedio el gobierno es caro y poco eficaz.