Los medios deben tolerar un mayor grado de crítica que los individuos, incluso en presuntas cuestiones de honor. Recuerdo haber leído en los años nacientes de La Jornada un artículo de Eduardo Galeano donde rechazaba la moda de la ambigüedad y la niebla, y exaltaba la alegría de tomar partido y elegir. Bienvenidos, pues, la polémica y el riesgo. Bienvenida la confrontación de ideas y puntos de vista. Ciro Gómez Leyva
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Ahora que lo pienso, Peña Nieto se siente tan seguro de su triunfo que por eso menosprecia las precampañas, se niega a debatir con nadie y sacó a empellones a Don Beltrone de la contienda, sin importarle siquiera la posibilidad de quedarse sin su Juanito legítimo. Cree tener tan ganada de calle la contienda electoral, que comienza a cometer el peor error, además de defender a Moreira como si fuera su nuevo inspector Baz Baz: sentirse winner como Justin Bieber, y comportarse a sus alturas, cuando todavía no se gana realmente nada, salvo los panegíricos desmedidos de los pedigüeños y los oportunistas. Jairo Calixto Albarrán
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Aunque en los primeros momentos de la presentación se hace una referencia al libro autobiográfico de Barack Obama, inmediatamente Héctor Aguilar Camín nos regresa a la sensatez cuando pregunta a Peña cómo creer las buenas y concretas ideas del libro México, la gran esperanza, si el virtual candidato no le pide al presidente de su partido, Humberto Moreira, que rinda cuentas de las finanzas de Coahuila, o si no nos explica cómo se hará una reforma educativa aliado con Elba. O si no nos dice cómo se logrará el desarrollo sustentable con un aliado como el Verde, al que le urge la pena de muerte. Carlos Puig
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No sería la primera vez que un candidato puntero al inicio de una competencia electoral pierda súbitamente la ventaja frente a sus rivales y termine en segundo y hasta tercer lugar. Las razones de su derrota pueden ser muchas y muy diversas; sin embargo, no son pocos los casos en que los antes afortunados se tropiezan con sus propios errores, o incurren en comportamientos autodestructivos que los conducen al fracaso. Soledad Loaeza
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