Saturday, April 09, 2011

El sobreviviente

Poema de Javier Sicilia en su libro Tríptico del desierto:


Toda ausencia es atroz/ y, sin embargo, habita como un hueco que viene de los muertos,/ de las blancas raíces del pasado./ ¿Hacia dónde volverse?;/ ¿hacia Dios, el ausente del mundo de los hombres?; /¿hacia ellos, que lo han interpretado hasta vaciarlo?/ ¿Hacia dónde volverse que no revele el hueco,/ el vacío insondable de la ausencia?/ Hacia ellos, los muertos, que guardan la memoria/ y saben que no estamos contentos en un mundo interpretado...


*


Estar vivo es penoso,/ y nosotros, nosotros, que los necesitamos con sus graves secretos,/ nosotros, que sabemos que no podrán volver a un mundo interpretado,/ a veces escuchamos, como un ligero viento, ascender de las sombras/ la música primera/ que forzando la nada trajo a Eurídice al mundo;/ una nota tan tenue, tan pura como el Cirio/ que promete su vuelta en medio de las sobras/ y nos trae el consuelo.


Sunday, April 03, 2011

¿Qué política contra las drogas?


Fernando Escalante Gonzalbo

La actual politica contra las drogas : ¿ha impedido que llegue la droga a los mercados? No. ¿Ha reducido el consumo? No. ¿Ha impedido que haya nuevos adictos? No. ¿Ha encarecido la droga, por lo menos, para hacerla menos asequible? No. La política vigente no ha servido en absoluto para conseguir ninguno de los fines proclamados. Es absurdo discutirla diciendo que la droga es mala: ¡claro que es mala! Se trata de evitar su consumo, y resulta que la política actual no sirve para eso. No me digan que la droga es mala. También es malo inhalar pegamento. Sencillamente, esta política es un fracaso, un fracaso absoluto e irreparable, ¿por qué insistir?

La diferencia entre el narcotráfico y crímenes como la extorsión o el secuestro, es que en la narcoventa los delincuentes gozan de la complicidad de sus víctimas. Los consumidores de drogas prohibidas quieren consumir, buscan a sus proveedores: son la mitad activa del delito. Los secuestrados y extorsionados, no. Todo lo contrario: huyen de sus victimarios. Para los criminales es más riesgoso, y al final menos rentable, obtener una ganancia de quien los rehúye que de quienes establecen con ellos un acuerdo voluntario de comercio para comprar drogas ilegales.