La meta literaria más alta es la felicidad de leer. Es una meta que no requiere escribir, menos publicar, ya no se diga salir en la tv. El verdadero éxito literario está en la felicidad, animación, libertad de estar leyendo, de ser leyendo. Es algo así como ser más sin querer más (que la simple prolongación de esa plenitud). Puede alcanzarse también de otras maneras: escuchando, mirando , caminando, conversando, aunque nadie salga en tv por haber visto una tarde espléndida o haber leído un poema que fue una revelación.
* Ilustración hecha por Sergio Bordón (www.bordonsergio.ultra-book.com)