Si un arquitecto se come una papa
frita, el acto es arquitectura. Si lo hace un músico, es música el crujido
de la papa frita. Si el poeta se la come, es un acto poético. Yo soy poeta, la
columna vertebral de todo lo que hago es la poesía… El ser humano es tan múltiple como un teléfono digital. El teléfono
lo es cuando telefonea. Cuando fotografía es una máquina fotográfica. ¿Por qué
un teléfono es capaz de hacer muchas cosas y no un artista? Mi patria son mis
zapatos, mi bandera mi conciencia, mi idioma todos los que pueda aprender. Alejandro Jodorowsky
Eric Satie no abría nunca las cartas que recibía, pero las
contestaba todas. Miraba quién era el remitente y le escribía una respuesta.
Cuando murió, encontraron todas las cartas por abrir, y algunos amigos se lo
tomaron a mal. Sin embargo, no era para enfadarse. Cuando publicaron las cartas
juntamente con sus respuestas, el resultado fue muy interesante. “Esa
correspondencia es fantástica porque todos ahí hablan de cosas distintas y, por
supuesto, esa es la esencia del diálogo”.
Enrique Vila-Matas
La
sospecha siempre se adhiere al misterio. ¿Por qué habríamos de escondernos si
no tememos ser vistos? En la misma medida en que la improbidad desea ocultarse
en las tinieblas, la inocencia desea caminar a la luz del día por miedo a ser
confundida con su adversaria. El mejor de los proyectos preparado en las
tinieblas suscitará más alarma que el peor de ellos llevado a cabo bajo el
auspicio de lo público. Pero bajo una política abierta y libre, cuánta
confianza y seguridad, no digo ya para la gente, ¡sino para los gobernantes
mismos! Que sea imposible que cualquier cosa suceda con el desconocimiento de
la nación: probémosle que no se intenta engañarla ni sorprenderla, así se le
quitan todas sus armas al descontento. El
pueblo retribuirá con creces la confianza que has depositado en él. La calumnia
perderá su fuerza; esta reúne su veneno en las cavernas de la oscuridad,
pero la luz del día la destruye. Jeremy Bentham, An essay on political tactics
Durante una fiesta en 1880, cuando una mujer dijo no haber leído
a Dickens, Dostoievski dio un salto para exclamar ante los invitados: “Entre
nosotros se encuentra la persona más
feliz del mundo. Anna Ivanovna es feliz porque no ha leído a Dickens y tiene esta
felicidad por delante. Ojalá yo estuviera en su lugar”. Luis Miguel Aguilar
Nota:
Los fragmentos de artículos fueron reproducido aquí sin permiso expreso del
autor(es). En caso de que éste último lo requiera, será retirado
inmediatamente. El material que publica este blog sólo tiene un fin
informativo, sin ánimo de lucro.
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